17/3/08

Nos empeñamos en mirar hacia otro lado


He tardado más que de costumbre en elegir la fotografía con la que encabezar esta entrada. La verdad es que la imagen de la cruda realidad (Chantal Sébire)) por la que este tema ha vuelto a saltar a los medios me ha parecido demasiado fuerte y he decidido optar por otras imágenes alternativas y al fin he dado con esta que viene a reforzar el título que le he puesto a la entrada.

Actuación de darle una muerte digna a un ser humano para evitarle sufrimientos, normalmente con su consentimiento.
Así define nuestro diccionario la eutanasia. Nada más y nada menos que el derecho a morir dignamente. El derecho de cada cual de hacer con su cuerpo lo que quiera que a una persona discapacitada se le priva por obra y gracia del Espíritu Santo. Resulta que cualquiera puede hacer con su vida lo que quiera, a su cuenta y riesgo, pero una persona que está en una cama postrada no puede elegir vivir o morir, no puede proteger su dignidad que a los demás nos garantiza la Constitución.

Creo que ya tenemos un horizonte laico por otear para nuestro país. Una realidad futura que espero llegue algún día. Ya afortunadamente, los suicidas, los gays y demás "bicho raro" se entierra junto al resto de seres humanos, incluso reciben su misa si sus familiares así lo desean. Los tiempos han cambiado, pero nuestro infinito pasotismo que nos lleva a mirar para otro lado sigue ahí, igual. Nunca nos planteamos lo que querríamos para nosotros, nunca nos ponemos en el lugar del otro, sino que hablamos desde la experiencia que da la hipocresía y nos creemos los paladines de unos valores humanos rancios y caducos.

Mientras unos claman derechos y dignidad nosotros seguimos con nuestros absurdos principios, nuestros vanos prejuicios y nuestras varas de medir.

1 comentario:

Reforma Electoral dijo...
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