ETA volvió a matar

No podía ser de otra manera, estos cobardes asesinos tenían que estar presente en la fiesta de la democracia. Malditos locos.

El ex concejal del PSE de la localidad guipuzcoana de Mondragón Isaías Carrasco ha sido asesinado tras recibir cinco tiros en el interior de su vehículo en las puertas de su casa.

Se hace difícil hablar de este tema. Llevo todo el día viendo CNN+ y no paran de hablar del tema, pero hasta ahora no he conseguido armarme de valor. La verdad es que es un jarro de agua fría a las ilusiones y las esperanzas de las próximas elecciones, pero debemos ser racionales, tenemos que golpear a ETA donde más le duele, en las urnas.

ETA quería la abstención y eso es lo último que le tenemos que dar.

Me viene a la mente ahora la frase del film 300: "no les deis nada, arrebatádselo todo" y entran ganas de acordarse de las madres de estos infames, de gritar pidiendo la cadena perpetua, de que alguien del gobierno lance el ejército al País Vasco y no quede ni un sospechoso de terrorismo en libertad. Cuando los instintos nos roban la razón, nuestro juicio queda nublado. Por eso es mejor la calma, aunque la calma sea tan trágica como en estos momentos, por esto somo demócratas. Pero si de algo me ha servido este vil crimen es para darme cuenta de que a ETA no hay que tratarlos como iguales, no son seres humanos, son auténticos genocidas deshumanizados, sin escrúpulos. Y la legislación y derechos no deben ser iguales para ellos. No pido la cámara de gas, ni la silla eléctrica, pero sí que cada detenido cumpla la máxima pena posible en nuestro sistema jurídico: 30 años. Sin posibilidad de reducciones de condenas. Y a los que apoyan la barbarie carcel y penas duras. Esto hay que cortarlo de raíz, no puede ser que unos asesinos vapuleen a todo un país.

"Quien quiera solidarizarse con nuestro dolor, que vaya a votar el domingo". Eso declaró la hija de Isaías, así será.

In Memoriam